¿Cuál es la diferencia entre un cepillo eléctrico y un cepillo ultrasónico?

marzo 21, 2018

Muchos se preguntarán cuál es la real diferencia entre un cepillo eléctrico tradicional y un cepillo ultrasónico. En Megasonex ® estamos conscientes de que las diferencias son enormes y queremos proporcionarles el mejor producto para su higiene bucal.


Remontándonos a la historia, el cepillo eléctrico dental se empezó a comercializar en la década de 1950, a pesar de que se había patentado a fines del siglo XIX. El primer cepillo eléctrico tenía un cable tomacorriente (es decir, no era inalámbrico) y lo que hacía era mover las cerdas mientras la persona se cepillaba, facilitando la tarea de limpieza.


Sin embargo, al estar conectado a la red eléctrica y necesitar lavados constantes para mantenerlo, redujo su popularidad. De ahí que recién en la década siguiente se empezaran a vender los primeros cepillos inalámbricos, usaban pilas recargables y permitían que la persona se desplazaran y no tuviera un riesgo al estar en contacto con líquidos como formado por la saliva, la pasta dental y el agua.


Ya para la década de 1990, los cepillos eléctricos conectados a la red doméstica fueron prohibidos por las agencias de protección al consumidor en los países desarrollados, por el constante riesgo que suponía usar un aparato eléctrico en una zona de posible contacto con el agua y la humedad como es el baño, por lo que solo se permitió usar cepillos inalámbricos.


Posteriormente aparecieron los cepillos eléctricos sónicos, que en su tecnología operan como un cepillo eléctrico normal pero a la vez emiten ondas dentro del espectro audible (sólo 333 Hz) que les permite remover un poco mejor la placa que un cepillo eléctrico común, por el número de movimientos que alcanzan sus cerdas, hasta 31.000 por minuto.


En los últimos años, la tecnología ultrasónica llegó a los cepillos eléctricos. Esto supone una completa evolución en el cepillado dental y la higiene bucal, ya que para operar, emplean ondas ultrasónicas, en una frecuencia de 1.6 MHz, las que no se encuentran dentro del espectro audible para los seres humanos.


Estas ondas ultrasónicas hacen que el cepillo remueva aún más placa bacteriana  que cualquier cepillo, incluso sónico, además de limpiar bien el esmalte y disminuir el índice gingival (irritación, inflamación y/o infección de las encías)


¿Son diferentes los cepillos sónicos y los ultrasónicos?


Totalmente, la principal diferencia entre un cepillo sónico y un cepillo ultrasónico es la cantidad de movimientos que generan. Un cepillo sónico realiza sólo hasta 31.000 movimientos por minuto, mientras que la tecnología ultrasónica permite que un cepillo de estas características opere a 192.000.000 de movimientos por minuto, inaudibles para el ser humano. Esta gran diferencia es la que hace los cepillos ultrasónicos tengan una mayor ventaja, ya que esto les permite romper la cadena de bacterias, afectar su mecanismo de fijación y en consecuencia logra remover aún más placa, eliminando más bacterias que cualquier otro cepillo.


La mayoría de los dentistas avalan el uso de cepillos ultrasónicos, ya que ayudan a remover la placa, mantener sanas las encías y por sobre todo su suavidad y potencia en la higiene bucal genera hábito, que en definitiva es lo más difícil de conseguir. Cuestionan la efectividad de los cepillos manuales, ya que se requiere al menos 8 minutos tres veces al día, ya que estos sólo operan con los movimientos de la mano. Además de ello, requiere que el usuario tenga una técnica depurada para lavarse los dientes de forma de no dejar ningún resto de alimento que fomenten las bacterias y que estás a su vez puedan afectar a la dentadura o boca.


Los cepillos ultrasónicos suponen la evolución más moderna de la higiene bucal, hasta ahora no disponibles en Chile. Además de una mejor limpieza al remover la placa bacteriana debido al ultrasonido, contribuyen al blanqueamiento natural del diente, evitando que se pongan amarillos. Su tecnología mezcla los movimientos sónicos de los mejores cepillos eléctricos, y sobre esto su cristal emite ultrasonido a 192.000.000 de movimientos por minuto (frecuencia de 1.6 MHz), lo que permite eliminar cualquier resto que pueda dañar nuestra dentadura, dejando una sonrisa más sana, más blanca, más brillante y más suave, para todos los usuarios.


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